Lugares de Interés

Lugares de Interés
Iglesia de San Pedro

Levantado con sillar de granito, se inicio en el siglo XV y se configuraría definitivamente en los siglos XVII y XVIII.


    Al interior presenta planta rectangular y tres naves, la central más ancha, divididas en tres tramos por arcos apuntados y cubiertas con bóvedas de terceletes y con acceso al presbiterio también en arco apuntado.

    La cabecera tiene planta poligonal y se cubre con bóveda de crucería. A ella y al último tramo de la nave se adosan las dos sacristías que conserva el templo.

    Son de destacar como piezas de interés, dos retablos del siglo XVIII decorados con azulejos talaveranos; uno del XVII, en la epístola, que cobija cinco lienzos de la misma centuria; un lienzo con el Crucificado del XVII; dos tablas que representan a Santo Tomás y San Pedro, del XVI; y, sobre todo, su retablo mayor, plasteresco, también del XVI. Consta de cinco calles y cuatro cuerpos. El banco se decora con relieves relacionados con la Navidad, mientras que en la calle central se representan a San Pedro, los Desposorios de San José y la Virgen y el Calvario. El resto de las calles, acogen pinturas sobre tablas de buena factura. En el primer cuerpo aparecen temas sobre la vida de Jesús, el segundo se dedica al santo titular, mientras que el tercero y el cuarto representa escenas de la Pasión.

    Al exterior tiene dos portadas de acceso. La del lado de la epístola, abierta en arco de medio punto rebajado; y la del evangelio, de arco carpanel y cobijada por un sencillo pórtico adintelado sustentado por tres columnas toscanas.

    La torre se levanta en el muro occidental y es de pequeña altura, presentando un curioso cuerpo de campanas en forma de paralepípedo, en su fachada se pueden observar dos vanos de medio punto, cegados por una construcción de ladrillo.


Ermita de la Oliva, de estilo gótico, aloja a Nuestra Señora de la Oliva. En sus cercanías se encuentran varios verracos, esculturas de origen ibero.